Esta arquitectura se fundamenta sobre todo en sus momentos religiosos, estructuras de gran tamaño con muros levemente inclinadso y escasas aberturas. Los adornos grabados en la superficie y el modelo de los edificios de piedra pudo derivar de los edificios de muros de adobe. Todas las construcciones son adinteladas con muros y pilares, con cubiertas planas formadas por enormes bloques de piedra apoyados en muros externos y grandes columnas poco espaciadas. Los muros, las columnas y los techos fueron cubiertos con jeroglíficos . El escarabajo sagrado, el disco solar, y el buitre son símbolos de esta cultura. Al igual que los jeroglíficos, los bajorrelieves, que narraban acontecimientos históricos o interpretaban leyendas mitológicas, eran parte de la decoración.
La vivienda, el templo, el speos, la mastaba, las pirámides y el hipogeo
La vivienda egipcia estaba formada por un gran salón con columnas, rodeado por varias habitaciones; disponía de terrazas, bodegas subterráneas y un jardín. Muchas viviendas también disponían de patios interiores, con todas las habitaciones entorno al mismo, y sin ventanas al exterior, para protegerse contra el calor. La construcción era a base de muros de ladrillo de adobe y terrazas planas, constituidas de troncos de palmera unidos. Los restos de viviendas mejor conservados están en Deir el-Medina y Tell el-Amarna.
Los templos egipcios son la imagen de la casa del dios. En el Imperio Antiguo, Imhote funda el primer complejo fúnebre monumental con piedra labrada,presidido por una pirñamide escalonada, surgiendo los primeros templos en piedra, imitando las capillas de estructura vegetal, aunque simbólicos porque no se podía acceder a ellos. En Guiza perduran restos de templos de los faraones Keops, Kefrén y Micerino. Más tarde aparece el Templo Solar, bajo el reinado de Userkaf, para representar los rituales de sacerdotes de Heliópolis al dios Ra. En el Imperio Medio, destaca el complejo de Hawara, al que Heródoto nombró como el Laberinto, apenas quedan restos. Los templos más monumentales aparecen en el Imperio Nuevo. Están constituidos por: Una avenida, el acceso, un patio (sala hipetra), una gran sala con columnas, una pequeña cámara sagrada (el santuario), un lago sagrado y templos menores anexos. También había una residencia para los sacerdotes, aulas para escribas, archivos-bibliotecas y almacenes de alimentos y materiales. Estaba protegido por una muralla.
El speos es un templo de carácter funerario, tallado en roca, siguiendo el tipo de hipogeo. Los más relevantes son los de la época de Ramsés II, compuestos de grandes estatuas al exterior y una gran sala con pilares, el santuario y la cripta. Ramsés aparece representado como un dios más.
La mastaba es el tipo más característico de tumba, con aspecto de una pirámide truncada de base rectangular, en la que había una pequeña habitación, para las ofrendas y una capilla, decoradas. La cámara mortuoria, bajo tierra, a la que se accedía por un pozo, desde la cubierta, se sellaba una vez depositado el cadáver. Las más grandes tienen hasta cincuenta cámaras entre capillas y almacenes para depositar las provisiones y el ajuar.
Las pirámides formaban parte de un conjunto funerario, surgiendo en la época de Dyeser, resurgiendo durante el Imperio Medio, aunque formadas con ladrilllos de adobe y revestimiento de piedra. Las últimas pirámides, aunque más pequeñas y más estilizadas, se contruyen durante la dinastía XXV y se encuentran en Meroe y Napata. Los complejos funerarios, normalmente están inegrados por: la pirámide, las pirámides secundarias, el templo alto, el templo del valle, la calzad procesional, las Barcas solares y el recinto amurallado. Actualmente la pirámide de Jufu (Keops) es una de las Siete Maravillas del Mundo, fue construida por orden del faraón Seneferu.
Los hipogeos son de la época del Imperio Medio, eran galerías abiertas en la roca, con recintos anexos, que conducen a la cámara del sarcófago. Sustituyen a las mastabas, hacia la dinastía XI, como lugares de enterramiento real, perdurando hasta el Imperio Nuevo. Las tumbas de los farones del Imperio Nuevo fueron excavadas en los valles y laderas de las montañas occidentales de Tebas, durante 500 años. En el Tercer periodo intermedio, los de¡ignatarios de dinastía XXI, ya se hacen enterrar debajo del propio templo de Amón, en Tanis, nueva capital, pues la necrópolis tebana sufría continuos expolios.
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