La arquitectura futurista no es una arquitectura del hoy, sino una colección de conocimientos del pasado que se han vuelto a poner de moda.
La arquitectura futurista procede del neoclasicismo, y en ella predomina la belleza del hormigón y del hierro, también en ella se esconde la belleza como es el caso de los ascensores en los huecos de escalera. Esta arquitectura tiene uso para nuestro presente, no es útil ya que no satisface nuestras necesidades. Además no ha ido evolucionando a la paz de la raza humana , por lo que se puede considerar acrónimo. No hay originalidad en ella, hay uso de la originalidad del pasado. Más claramente es una copia de los modelos clásicos, en vez de abrir las mente en busca de los límites y de la solución.
La nueva arquitectura debería crear de nueva planta la casa futurista, de construirla con todos los recursos de la ciencia y de la técnica, de satisfacer hasta el límite de todas las exigencias de nuestra vida, establecer unas nuevas formas, nuevas líneas, una nueva armadura, etc. Tiene que crearse desde el principio.
Desaparecen monumentos, palacios, sedes para ser reemplazados por el hormigón armado y el hierro hasta el punto de llegar a perder el sentido de lo monumental, ya hemos optado por un gusto de lo ligero, lo práctico, lo efímero y lo veloz. En pocas palabras el minimalismo que nos absorbe.
Tenemos que desarrollar nuestras capacidades fomentándolas con toda la arquitectura pasada y con las necesidades que puede tener el ser humano hoy en día, pensando en cada momento de su vida. Para ellos habrá que saber de primera mano sus necesidades, su vida, pada poder desarrollar algo que les sea útil para hacer su vida más cómoda. También deberemos investigar, tener en cuenta el pasado monumental para poder crear un nuevo futuro monumental, donde predominen los grandes edificios con valor histórico.
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